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Parar…

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Una semana de inspiración y reflexión me abren la puerta a nuevas aventuras, geniales ideas y sobre todo, personas diferentes y maravillosas con las que comenzar a tejer amistades nuevas y proyectos fascinantes.

Tres años después de estar en Harvard, acabo de volver de nuevo de Boston, donde he pasado unos días inolvidables que me han permitido parar, inspirarme y reflexionar.

Hemos tenido la suerte de junto con la Fundación Rafael del Pino, cursar un Seminario sobre innovación, emprendimiento y liderazgo donde los mejores entre los mejores pensadores del MIT Sloan, han compartido con nosotros, sus experiencias, aprendizajes y modelos que pueden permitirnos definir modelos sostenibles de explotación y gestión de innovación en nuestro país, en nuestras empresas y en nuestro entorno.

Me maravilla la virtud de algunos centros educativos de estructurar y ordenar los aprendizajes de este modo se simplifica lo complejo y lo des estructurado se convierte en algo como una receta de cocina. Nadie nos garantiza el éxito pero al menos, nos venimos del otro lado del charco con una caja inmensa de herramientas y consejos que nos harán el camino tortuoso mucho más llevadero pero sobre todo, con una red de personas, de aquí y de allí, a la que a partir de ahora, podremos acudir o mejor dicho, sabemos que debemos acudir, porque como dice el proverbio africano:

«Si quieres ir rápido camina solo pero si quieres llegar lejos, hazlo acompañado.»

Desde estructuras para fomentar el liderazgo transformador que pasan por buscar un sentido, tener una visión, crear un equipo en quien apoyarse donde la confianza sea el eje de la relación para finalmente inventar y crear algo que nos ayude a resolver problemas concretos, hasta los modelos completos para crear ecosistemas innovadores, donde es fundamental además de definir una estrategia clara y una red amplia de stakeholder ( Empresas, financiación, universidades, administraciones publicas…) , definir unos sistemas que nos permitan trabajar de manera estructuradas para que la innovación no se convierta en un comportamiento puntual sino en una aproximación sistemática por parte de nuestras estructuras tanto corporativas como sociales.

Hemos aprendido sobre Design Thinking, sobre nuevos modelos sociales que fomentan la innovación dentro de las organizaciones; Hemos debatido sobre las virtudes y los defectos de la cultura de compañías nativas digitales; Hemos descubierto emprendedores magníficos, algunos de nuestra propia tierra; Hemos conocido investigadores generosos que además han compartido sus aprendizajes.

Pero por encima de todo, hemos sembrado la semilla de la ilusión, del conocimiento, de las ideas, de la inspiración, de la valentía, de la novedad, de las nuevas amistades y a partir de ahora, nos toca regar y trabajar día a día para que de todo esto, podamos recoger frutos que nos enriquezcan como personas mientras fortalece nuestro sociedad, construimos un futuro más solido y ponemos los pilares para que las generaciones que vienen por detrás de nosotros, puedan plantar sobre terreno fértil.

La innovación no sucede por generación espontánea, tenemos que diseñar el futuro de país que queremos construir y cuando lo hayamos construido recogeremos riqueza, talento, conocimiento, futuro y esperanza.

Una semana de parar y pensar en este lugar y rodeado de personas absolutamente inspiradoras, ha dejado en mí un profundo deseo de contribuir de manera diferente y sostenible a nuestro futuro. Poner en práctica los aprendizajes, trabajar dentro de ésta red y continuar construyendo puentes para que las redes sean cada vez más solidas y estructuradas para que cuando miremos hacia atrás veamos que lo que dejamos es más sólido que cuando llegamos.

MIT

Gracias Fundación, gracias MIT, gracias compañeros por ayudarme a parar y llenarme de ideas que están ordenándose y que tengo el firme propósito de poner en marcha con muchos de vosotros.

¡Qué importante es parar y «simplemente» pensar!

Gracias por leerme