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La Mezcla en la era exponencial

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¿ SEPARAR o MEZCLAR ?

Yo no soy capaz de separarlo todo en mi vida, de tener departamentos estancos entre trabajo, amigos, familia… quizás vosotros si, pero yo no sé, no puedo o simplemente, llegado éste punto de mi vida, no quiero. En un momento en el que por la circunstancias políticas no paramos de oír hablar de identidad, todo esto me traslada a un mundo muy distinto a través de una pregunta que oigo últimamente… ¿tú eres analógica o digital?

Estoy leyendo un librito corto de Amin Maalouf, no lo conocía y lo encontré mientras deambulaba por una Casa del Libro, algo que aunque me esté aficionando a comprar libros en Amazon, no dejo de hacer porque es un placer leer las contras de los libros, descubrir títulos que desconocía, perder un poquito de tiempo, mirando, cogiendo y dejando y explorando lo nuevo y encontrando entre tanto, cosas mágicas como el libro del que os hablo.

Su título es «Identidades asesinas», Amin Maalouf, Alianza Editorial y en él Amin, trata de responder a la pregunta inconcebible de por qué los hombres se pelean, se matan por defender lo que son frente a lo que otros no son. ¿De dónde viene esa terrible obsesión por etiquetarnos en yo soy blanco y tu negro? ¿Por qué los forofos del Athletic son casi más felices si pierde la Real Sociedad que si gana el Athletic? Como dice Amin, por qué la afirmación del uno ha significado la negación del otro.

No he acabado el libro aún, pero quiero utilizar este foro para reflexionar sobre una serie de conceptos que me han tocado profundamente el corazón, sobre todo, por la manera delicada en que están tratados. Yo, Mosiri, soy muchas cosas y ese conjunto de historias, orígenes, vivencias, experiencias me hacen ser como soy, conforman mi identidad. Yo soy mujer, he nacido en Bilbao, trabajo desde hace años en una compañía líder en el mundo de la tecnología, soy madre y me gusta cocinar. Mis abuelos eran de Asturias, de Bilbao y de Palencia y mis padres son de Madrid y de Bilbao. He crecido en Bilbao pero vivo en Madrid desde hace casi 20 años.

Yo soy muchas «Mosiris», no una, sino muchas y sobre todo, abrazo lo que soy, de dónde vengo sin más, agradecida a mis raíces vascas y completamente agradecida de mis veinte años en esta bella y acogedora ciudad, donde nació mi hijo y de la que me siento parte.

¿¿Por qué nos esforzamos en tener que elegir?? Eso explica Maalouf. ¿Por qué yo tengo que elegir entre ser vasca o ser madrileña? Eso genera tensiones, luchas, peleas, hasta guerras y muertes. Por qué no abrazar la diversidad de lo que somos, beber de diferentes fuentes nos hace completos, sabios, comprensivos, más preparados, más bellos…

Y os preguntareis ¿Qué tiene esto que ver con la transformación digital? Tiene mucho que ver con ella.

En este afán nuestro de polarizarlo todo, queremos dividir el mundo en analógico y digital, queremos categorizar a las personas, a los equipos, a las funciones en analógico o en digital y por supuesto con el consiguiente…Éste es analógico (malo), éste es digital (super bueno)… ERROR!!!

Y aunque también parezca mentira, esas guerras intestinas que por desgracia seguimos viendo entre distintos pueblos, religiones, pasados y presentes…a menor escala por supuesto, también las provocamos y las sufrimos en las organizaciones.

Maalouf dice  «Lo que me hace ser yo mismo y no otro es que estoy a caballo entre dos países ( Líbano y Francia) , entre dos o tres lenguas y entre varias tradiciones culturales. Ésa es mi identidad» La identidad de una persona y por supuesto de una organización tiene que venir de la convivencia y la integración de perfiles diferentes, unos más técnicos y otros menos y cada persona, cada profesional, tendrá que integrar la tecnología en su vida profesional a diferentes velocidades y con distinta intensidad en función del rol que ocupe, aunque todo el mundo deberá comprender el lenguaje digital.

MEZCLAR y no separar, abrazar la vida de manera completa, entender que las nuevas organizaciones digitales tendrán que aprender a convivir con competidores nuevos, ágiles, equipos multiculturales, de diferentes generaciones, equipos expertos en tecnología deberán respetar e integrarse con equipos de marketing , comerciales, diseñadores, todos como una única célula, una única VIDA, un único organismo empresarial.

El Renacentismo Digital, donde una organización y una persona deben beber de diferentes fuentes y no tienen sentido organizaciones donde todos sus componentes y sus individuos os idénticos, robots…Historia, lectura, arte, matemáticas, pintura, arquitectura, medicina, hoy más que nunca diferentes áreas de conocimiento están conectadas entre sí y de la mezcla, de este «neorenacimiento» surgirán maravillas que por suerte viviremos de cerca. 

 

MAXIMALISMOS VS MATICES

No DEBERIAMOS por tanto, ser extremistas, maximalistas, reduccionistas, algo que nos parece evidente cuando hablamos de guerras entre pueblos, pues su consecuencia es la muerte y la destrucción no siempre nos lo parece tanto en el mundo empresarial. Pero el excluir perfiles, desdeñar a personas y enfrentar facciones, no nos llevemos a engaño, también nos lleva a la destrucción pues el éxito de la transformación digital, como de cualquier otro proceso de cambio está en las personas.

En mitad de esta reflexión, que puede parecer alejada de nuestro discurso, donde la tecnología es lo que debería imperar (nada más lejos de mi interpretación de ésta transformación) ha caído en mis manos un articulo de Carmen Posadas que me ha encantado. Una vez más, aprendo lo importante que es leer de todo, y no dejar de leer nunca. A mí, que no soy escritora, me emociona y me sorprende, leer en palabras de otros, pensamientos recurrentes en mí pero que no he tenido la clarividencia de escribir y aunque lo hubiera intentado no lo habría hecho con tanta precisión y sencillez. En el Semanal del 25 de octubre, Carmen habla de lo difícil que es matizar en un mundo digital, en el mundo de las redes sociales, donde en 140 caracteres debemos dar nuestras opiniones… ¡Qué razón! Pero yo voy más allá. Esta ola digital que no permite matices, que es superficial, donde la lectura profunda se evapora ( mi querido Carr ), donde los niños no escriben, por supuesto no leen, donde polarizamos el mundo con un «Me Gusta», ahonda aún más en esa tendencia a buscar posiciones encontradas, espacios donde si yo quepo, tú no.

Carmen Posadas, comienza su articulo parafraseando a José Mújica  «Cuando yo era joven y guerrillero pensaba que las cosas eran blancas o negras; Más tarde, cuando me metieron preso, aprendí que lo importante son los mil tonos de gris» 

En esta transformación vital por la que todas las organizaciones debemos pasar y cada uno de nosotros ya estamos viviendo, mi consejo es que busquemos los matices, busquemos la mezcla, busquemos el equilibrio y no perdamos de vista que la tecnología es un medio que nos debe permitir VIVIR más y mejor.