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La fórmula de la transformación digital

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Antes de entrar en materia, esperamos que todos hayáis podido disfrutar de unos días de tranquilidad, familia y paz. Hemos querido dejaros descansar de transformación digital estos días de Navidad para volver con ilusión, una ilusión enorme en este nuevo año. Un año transcendental para la transformación de nuestras empresas en el que todos vosotros tenéis un papel importante, estéis donde estéis dentro de vuestra organización.

Para que este viaje sea más fácil para todos, hace ahora un año, cuando escribíamos La Gran Oportunidad  decidimos resumir los pasos para alcanzar su éxito en una sencilla fórmula que fuera además fácil de recordar.

Hoy, queremos regalaros, la versión renovada de nuestra fórmula. Porque el tiempo, nos ha hecho ver que el orden de los factores, a veces, altera el producto final y sobre todo, que hay variables que aunque a priori parezcan irrelevantes se tornan cruciales a la hora de poner en marcha con éxito este proceso de transformación.

Queremos compartir con vosotros nuestra fórmula y deciros que la uséis, la compartáis y la mejoréis si lo creéis necesario.

La fórmula tiene 3 partes. La comunicación, los agentes de la transformación y los valores que creemos imprescindibles en este proceso, una parte “soft” y otra más “hard” si queréis verlo de otra manera.

Al final, este como otros, es  un gran cambio social y económico con un fuerte impacto de la tecnología y por tanto parte de este pensamiento es aplicable a otros cambios que tengan lugar en nuestras vidas y que no tengan que ver con la transformación digital.

Vamos a comenzar por los valores y las razones intrínsecas que nos llevan al cambio.

Tenemos que ser rápidos, pues el cambio que vivimos es exponencial y comenzar rápido será diferencial tanto para aprender, experimentar y explorar como para llegar antes que otros.

También hemos de ser valientes, habremos de tomar decisiones sin contar con toda la información y las variables de contexto parece que quieren jugar el juego de las sillas con nosotros, por lo que ser valientes se torna en algo imprescindible sobre todo cuando somos conscientes de que el cambio es una necesidad y no una opción. No hay vuelta atrás, ni alternativa posible, salvo el cambio.

Hablar de humildad en entornos corporativos puede parecer demasiado «blando». La humildad es cada vez más importante, nos recuerda que no lo sabemos todo y que tenemos que estar dispuestos a aprender. Actitudes prepotentes del pasado, dan paso a un estilo de liderazgo más cercano y abierto a nuevas maneras de hacer las cosas, a escuchar más y a aprender constantemente.

Los agentes de la transformación son 3. Los principales y más complejos pasan por las personas y son nuestros propios equipos y los clientes. Dentro de los procesos de cambio la propia organización puede ser el peor enemigo, el cambio cultural que la transformación digital conlleva implica procesos de renovación de talento, cambios organizativos, aprender a trabajar de manera diferente, mezclar generaciones y áreas de conocimiento, todo ello, sucederá a la vez, por lo que no podemos minusvalorar la criticidad y la velocidad a la que hay que poner en marcha la maquinaria del cambio interno.

Por encima de todo, hagamos lo que hagamos, el cliente tiene que ser la razón de ser de la organización y hoy tenemos herramientas para conocerle mejor y acercarnos a el para ofrecerle lo que necesita en cada momento, gracias a la tecnología.

Y quizás os sorprenda que de todas las variables, la tecnología haya quedado la última en nuestra fórmula. La tecnología es el medio con el que tenemos que lograr cambiar y también es la razón por la cual todo esta cambiando, pero no podemos ponerla en el centro de lo que hagamos, sino que siempre tiene que ser la herramienta que nos permita adaptar nuestro negocio a las nuevas necesidades de nuestro cliente, pero siempre pasado por el filtro de lo que realmente tiene sentido para nuestro mercado y nuestro negocio.

Para acabar con nuestro regalo, no nos olvidemos de la Comunicación, sí, con mayúscula. La Comunicación tanto interna como externa. Tenemos que contar lo que queremos ser, el por qué de los cambios, dentro y fuera. Nuestros clientes tienen que sentir que estamos a la altura de un presente donde, como dice el filósofo Bauman, todo es líquido y ya no hay fronteras entre físico y virtual. Un mundo que cada día nos sorprende y que aún nos va a sorprender mucho más.

Publicamos La Gran Oportunidad, hace apenas 7 meses y desde entonces, no paramos de aprender de todos vosotros, que compartís vuestras experiencias con total generosidad.  Por ello, esperamos que nuestra fórmula mejorada, os inspire, os ayude y quizás antes de que acabe el año, tengamos una versión 2.0 con variables nuevas y experiencias nuevas. ¡ Sería genial !

Gracias por leernos y a @cambiar y @digitalizarnos todos

Leed la Gran Oportunidad que pronto…habrá más !!