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En Agosto de este año publicaba un post sobre la maravillosa experiencia que supuso para mi hacer, por primera vez, 125 kilómetros del Camino de Santiago con mi hijo por primera vez. Ya entonces, hace casi 4 meses, intuía que esta vivencia iba a cambiar mi vida, pero no imaginaba que los cambios se iban a materializar tan pronto.

Mañana será mi ultimo día en Telefónica. Una compañía que me lo ha dado todo. Recuerdo como si fuera ayer, el día en que entré por primera vez a la oficina de Gran Vía, hace casi 20 años. Ahí empezó todo. Sin darme cuenta los años se concatenaban y yo iba esculpiendo una carrera y una personalidad. Cada año, cada proyecto han sido oportunidades magníficas, que me han permitido no sólo ser lo que soy, sino sobre todo, ser quien soy.

Como “inmigrante” de provincias, llegué sin amigos, sin familia … y ésta casa y ésta ciudad me acogieron desde el primer día. Jefes maravillosos, amigos eternos, compañeros retadores, equipos insuperables, todos ellos me han enseñado, guiado, acompañado, animado, consolado y apoyada en todas las fases de mi vida en ésta casa.

Somos grandes. Sois grandes. Porque Telefónica somos todos nosotros. Una compañía repleta de profesionales increíbles y buenas personas que son capaces de seguir cambiando el mundo y reinventarse, pase lo que pase.

  Para construir buenas compañías, es imprescindible que estén llenas de buenas personas y Telefónica lo está.

Nunca podré agradecer suficiente estos años. Las palabras se me quedan cortas. Quizás si fuera poeta sería capaz de enhebrar frases que describieran el agradecimiento que siento por todos estos años de vivencias incomparables. Gracias Telefónica. Gracias a quien me saluda cada mañana al entrar en la oficina; a quien nos pone el agua; a los chicos de seguridad que nos sonríen cada día. Gracias a José María y a Julio; Gracias a mis jefes; Gracias a mis equipos y a todos los equipos con los que he trabajado; Gracias a los que nos habéis dejado ayudaros en estos últimos 3 años, por abrirme las puertas de vuestros clientes y permitirme sentir de verdad el latido del mercado y aprender lo mucho que hemos aprendido. Gracias a todos los clientes que siempre nos han acogido con generosidad.

Gracias por permitirnos cambiar la imagen de Telefónica como lo que es hoy, una compañía más cercana, más transformadora y más flexible y ágil que nunca. GRACIAS

Gracias a aquellos que me habéis apoyado en el difícil proceso de tomar esta decisión y que me habéis acompañado en la misma. Antonio, Alicia, Cristina, Eva, Gema, Hugo, Ricardo, Scott, Susana, Tomás, Victor, …. Gracias !!

El nuevo año me traerá nuevas aventuras y procuraré que en mi vida profesional y personal haya cada vez menos fisuras. Nuevas aventuras donde trataré de ser yo misma tanto como pueda y contribuir a seguir cambiando un pequeño trocito del mundo a mi alrededor.

Publicaré un nuevo libro; caminaré otro tramo del Camino de Santiago y espero tener tiempo para cumplir algunas de las promesas que nos hicimos mi hijo y yo en el mes de agosto.

Para terminar, leed “Que mi gente vaya a hacer surf” de Yvon Chouinard, éste libro te cambia.

¡Buen Camino!

 » To see the world, things dangerous to come to, to see behind the walls, draw closer, to find each other and to feel. That is the purpose of life.»

En Agosto de este año publicaba un post sobre la maravillosa experiencia que supuso para mi hacer, por primera vez, 125 kilómetros del Camino de Santiago con mi hijo por primera vez. Ya entonces, hace casi 4 meses, intuía que esta vivencia iba a cambiar mi vida, pero no imaginaba que los cambios se iban a materializar tan pronto.

Mañana será mi ultimo día en Telefónica. Una compañía que me lo ha dado todo. Recuerdo como si fuera ayer, el día en que entré por primera vez a la oficina de Gran Vía, hace casi 20 años. Ahí empezó todo. Sin darme cuenta los años se concatenaban y yo iba esculpiendo una carrera y una personalidad. Cada año, cada proyecto han sido oportunidades magníficas, que me han permitido no sólo ser lo que soy, sino sobre todo, ser quien soy.

Como “inmigrante” de provincias, llegué sin amigos, sin familia … y ésta casa y ésta ciudad me acogieron desde el primer día. Jefes maravillosos, amigos eternos, compañeros retadores, equipos insuperables, todos ellos me han enseñado, guiado, acompañado, animado, consolado y apoyada en todas las fases de mi vida en ésta casa.

Somos grandes. Sois grandes. Porque Telefónica somos todos nosotros. Una compañía repleta de profesionales increíbles y buenas personas que son capaces de seguir cambiando el mundo y reinventarse, pase lo que pase.

  Para construir buenas compañías, es imprescindible que estén llenas de buenas personas y Telefónica lo está.

Nunca podré agradecer suficiente estos años. Las palabras se me quedan cortas. Quizás si fuera poeta sería capaz de enhebrar frases que describieran el agradecimiento que siento por todos estos años de vivencias incomparables. Gracias Telefónica. Gracias a quien me saluda cada mañana al entrar en la oficina; a quien nos pone el agua; a los chicos de seguridad que nos sonríen cada día. Gracias a José María y a Julio; Gracias a mis jefes; Gracias a mis equipos y a todos los equipos con los que he trabajado; Gracias a los que nos habéis dejado ayudaros en estos últimos 3 años, por abrirme las puertas de vuestros clientes y permitirme sentir de verdad el latido del mercado y aprender lo mucho que hemos aprendido. Gracias a todos los clientes que siempre nos han acogido con generosidad.

Gracias por permitirnos cambiar la imagen de Telefónica por lo que es hoy, una compañía más cercana, más transformadora y más flexible y ágil que nunca. GRACIAS

Gracias a aquellos que me habéis apoyado en el difícil proceso de tomar esta decisión y que me habéis acompañado en la misma. Antonio, Alicia, Cristina, Eva, Gema, Hugo, Ricardo, Scott, Susana, Tomás, Victor, …. Gracias !!

El nuevo año me traerá nuevas aventuras y procuraré que en mi vida profesional y personal haya cada vez menos fisuras. Nuevas aventuras donde trataré de ser yo misma tanto como pueda y contribuir a seguir cambiando un pequeño trocito del mundo a mi alrededor.

Publicaré un nuevo libro; caminaré otro tramo del Camino de Santiago y espero tener tiempo para cumplir algunas de las promesas que nos hicimos mi hijo y yo en el mes de agosto.

Para terminar, leed “Que mi gente vaya a hacer surf” de Yvon Chouinard, éste libro te cambia para siempre.

¡Buen Camino!

 » To see the world, things dangerous to come to, to see behind the walls, draw closer, to find each other and to feel. That is the purpose of life.