«La filosofía nos enseña a sentir incertidumbre ante las cosas que parecen evidentes. La propaganda, en cambio, nos enseña a aceptar como evidentes, cosas sobre las que sería razonable sentir dudas» Aldoux Huxley 1894-1963
Esta noche no voy a hablar de tecnología, sino que a través de la filosofía, os quiero hacer pensar y quiero emplearla para explicar lo que está sucediendo y para que a partir de aquí vosotros mismos la utilicéis como herramienta para anticipar lo que esta por llegar.
El filósofo polaco, nacido en 1925, Zygmunt Bauman, describe la realidad que estamos viviendo como la modernidad líquida. Esta metáfora tan bella y sencilla nos permite explicar muchos de los fenómenos que estamos viviendo en nuestra vida personal y profesional de una manera tan vibrante, intensa y acelerada.
Los fluidos se desplazan con facilidad, rapidez, fluyen, se desbordan, salpican, se filtran… A diferencia de los sólidos, no es posible detenerlos con facilidad. Además, su extraordinaria movilidad, es lo que también los asocia a la idea de LEVEDAD, superficialidad.
Hoy, gracias a la tecnología digital, la economía se esta desmaterializando, pasando de la economía rígida de los productos , a la economía líquida de los servicios. Ya no necesitamos poseer para poder usar o disfrutar, de hecho cada vez más personas, para vivir esta levedad, libertad, liviandad más intensamente, prefieren NO POSEER y sólo disfrutar. No quieren coches, ni casas, sólo quieren las llaves.
La fluidez nos explica también que ya no hay dos mundos, uno digital y uno físico sino que los dos mundos estan integrados, son uno sólo y que son nuestros clientes los que ya sienten que ambos son uno pasando de uno a otro con suavidad y naturalidad.
Si ya no hay fronteras digitales, tampoco hay fronteras físicas y por eso, ahora más que nunca, la desmaterialización nos ha llevado a la globalización real y total. Estamos en un mundo de plataformas globales y abiertas que permiten que servicios como candy crash, alcancen los 100 MM de clientes en poco mas de un año y con vocación universal desde sus inicios.
Cambiar nuestras creencias, cuando venimos de un mundo rígido estable, sólido, es lo más complicado. Por eso es difícil que entendamos que un librero americano pueda convertirse en uno de los mayores proveedores de tecnología y en el mayor vendedor de «cosas» del mundo, digitales y físicas. EL MAYOR RETAILER DEL MUNDO . AMAZON. Aún habrá gente que se sorprenda de que abran librerías físicas…
A los habitantes del mundo sólido, nos resulta difícil entender que ya no existen fronteras entre sectores y ni siquiera la regulación es una frontera infranqueable. Podemos pasar de ser un banco a un fabricante de coches, a un supermercado?? POR que no ??
Nuestras creencias nos arrastran a un mundo sólido cuando ya no pisamos tierra firme y no lo haremos nunca más.
Pero la oportunidad está ahí en forma de tecnología, disponible para todos y las reglas ya están abiertas a todos. En este mundo líquido, una de las maneras de diferenciarse es mezclar. Lo líquido se mezcla mejor que lo sólido…
La mezcla en el sentido amplio y abierto de la palabra.
Organizaciones sin silos, que trabajan unidas. Donde equipos de diseño, de tecnología, regulatorios, deontologicos, trabajan como un único equipo. Donde finanzas y UX, pueden hablar el mismo idioma.
Compañías donde se integran y se mezclan generaciones. Baby Bommers con Millenials. Experimentados, maduros, tranquilos, valientes, con frescos, creativos, atrevidos, digitales.
Empresas donde la diversidad de género se aprovecha como la oportunidad de que es para ver desde una perspectiva mucho más amplia.
Pero vamos más allá. No sólo mezclas dentro de la compañía, sino mezclas entre compañías, trabajando de manera mucho más abierta, compartiendo, aprendiendo, integrando. Construyendo los cimientos de una nueva economía líquida con unas bases flexibles y ágiles, pero tan fuertes como las de la ola de un Tsunami capaces de romper con los límites físicos y mentales que no tienen cabida en este mundo que ya es otro.
Nos enfrentamos a una nueva realidad líquida, veloz, sorprendente, inesperada…
Una era donde ya no hay fronteras y donde la mezcla nos hará más fuertes y más sabios, y nos permitirá estar mejor preparados para seguir adaptándonos a este cambio constante.