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Cambiar el mundo

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En el año 2020 el 40% de los trabajadores en Estados Unidos trabajaran por cuenta ajena según estudios realizados por la Universidad de Harvard. De acuerdo con los informes publicados por el WEF a principios de este año, la revolución digital también llamada la cuarta revolución industrial se llevará por delante más de 7 millones de puestos de trabajo. La Universidad Complutense de Madrid ha confirmado que planea la desaparición de la Facultad de Filosofía.

¿Qué hacemos? Tengamos 25, 35, 45, 55 o 65. De verdad, no es cuestión de edad. ¿Cómo afrontamos este reto, cómo nos formamos? ¿Cuales son las actitudes y aptitudes que debemos fomentar si de verdad queremos cambiar el mundo? ¿Cómo nos transformamos?

OPTIMISMO

En una de las muchas charlas de Diamandis que tenéis en YouTube, habla con mucha sensatez de que los medios de comunicación se encargan de abrumarnos «en alta resolución» con mensajes tremendistas, derrotistas, pesimistas sobre el futuro del mundo. Guerras, muerte, terror y ahora desempleo global. Unos medios de comunicación donde efectivamente lo que vende es lo sangriento y rara vez las buenas noticias. Unos medios de comunicación que se encargan de engancharnos para que nos dejemos llevar por la tristeza de un futuro negro, sin cuestionarnos si será verdad o no. Sin mirar atrás e imaginar cómo el hombre se ha reinventado tantas veces y ha encontrado su espacio en un mundo donde aparecieron ciudades donde no las había, los artesanos dejaron sus casas y se construyeron fábricas gigantescas y muchas de las actividades fueron compartidas o sustituidas por ordenadores hace menos de lo que recordamos.

No deberíamos dejarnos llevar por el pesimismo. Estamos en un momento de cambios profundos y maravillosos, provocados por nuestra propia capacidad, curiosidad y creatividad y deberíamos ser  capaces de adaptarnos, transformarnos para sacar lo positivo para nosotros y convertir cualquier riesgo o amenaza en una oportunidad. 

Somos un tesoro y todos tenemos cualidades y capacidades que merece la pena explotar.

REDES & PLATAFORMAS

Cada vez más, debemos planificar, diseñar para después proyectar la imagen de aquello en lo que queremos convertirnos en los próximos 5/10 años. Visualizar una imagen de nosotros en el futuro, nos ayuda a describir el camino para alcanzarlo.

¡Una idea! ¿Por qué no seguir las mismas directrices que planteamos para los productos de éxito? Los servicios de mayor éxito pasan por soportar sus soluciones en plataformas que se convierten rápidamente en redes. 

Plataformas que son magnéticas, no es necesario vender, los clientes vienen a por nuestros productos; Deseables, somos capaces de generar relaciones emocionales como si de relaciones humanas se trataran; Evolucionan de manera natural sin necesidad de definir desarrollos rígidos y estructurados; Infinitas, logramos masa crítica que crece permitiendo pasar del mundo de las plataformas, al siguiente nivel, el mundo de las redes.

Redes interconectadas, redes globales, redes donde los planetas orbitan y otras plataformas forman parte de nuestro ecosistema.

En este mundo donde la disrupción, se convierte a veces en decepción y después en desmaterialización  y la democratización de todo, incluso del trabajo, debemos entrenar.

Ser la plataforma sobre la que estructuremos nuestro propio futuro, con esa capa básica de alfabetización, matemáticas y pensamiento crítico sobre la que, a través de APIs abiertas, incorporar en nuestros desarrollos posteriores capacidades adicionales en función de las necesidades requeridas por el mercado en cada momento.

Pero para ser capaces de llegar hasta aquí hay que aprender a ser flexibles y comprensivos con nosotros mismos. Justos pero no duros. 

BACK TO BASICS

Lo compartiré hasta que alguien me diga «Mosiri, ya te hemos oído.»

El estar preparado para el futuro no deja de ser un ejercicio de responsabilidad personal. Las cosas están cambiando y van a cambiar a partir de ahora a gran velocidad. Efectivamente, se perderán puestos de trabajo pero también aparecerán nuevas oportunidades. El otro día os hablaba de la falta de profesionales para realizar Visualización de Datos y como este ejemplo hay mil. Sencillamente debemos decidir si queremos cambiar el mundo o no. 

¿Quieres cambiar el mundo? Imagina un mundo dentro de 10 años. ¿Quien está y quien No está? ¿Qué modelos de negocio prevalecen? ¿Cómo es el profesional del futuro?

Según el WEF para liderar el futuro y resumiendo su informe y el video que recorre como la pólvora las redes sociales, debemos ser capaces de pensar; inspirar y liderar poniéndonos en la piel de los demás; ser creativos; resolver problemas; tomar decisiones. Debemos saber cómo resolver problemas generando ambientes donde se fomente la creatividad y el trabajo en equipo. ¿Es esto muy diferente a las capacidades de gestión que podemos esperar de un ejecutivo senior o del CEO de una compañía o start up de éxito? NO. 

La realidad, es que a partir de ahora TODOS debemos desarrollar este tipo de habilidades, sólo con la formación y los conocimientos no tendremos suficiente.

¿Y qué pensamos de la «alfabetización»? Sigo intuyendo que es importante que tengamos capacidades matemáticas y técnicas básicas para interpretar los beneficios que la tecnología aporta a nuestros negocios y a nosotros mismos y por supuesto, despertar y evolucionar nuestra capacidad innata de cuestionar y de pensar. La ética, la filosofía y la antropología… contribuirán a que entendamos en mayor profundidad el por qué de un compartimiento humano impredecible pero que siempre responde a razones concretas. El afán de que nos convirtamos en mediocres, en perritos afirmativos, quizás beneficie a unos pocos pero nos perjudica a todos.

El que cualquiera con un discurso bonito nos venda un producto inútil, una solución peligrosa, un trabajo sin futuro o un partido político suicida, sólo se neutraliza a través del conocimiento.

PENSAR, TOCAR, SENTIR, VIVIR, HACER

La idea que aparece repetidas veces en el libro de Nicholas Carr, «Atrapados», sobre la necesidad de que el ser humano no se convierta en mero espectador pues pierde habilidades vitales y genera peligros irreversibles al acabar atrapados en sistemas automatizados que ya no sabemos controlar. Al perder la sensibilidad mecánica del coche o del avión, nuestra capacidad de reacción es prácticamente nula.

Esa idea, la leo con sorpresa de nuevo en un bello ensayo titulado «El artesano» de Richard Sennett, donde para ilustrar las amenazas del mundo digital para el hombre, ilustra los cambios que los arquitectos sufren en su manera de pensar cuando diseñan con CAD. En resumen, «cuando abusamos de la tecnología, en este caso del CAD, cuando la cabeza y la mano se separan, la que sufre es la cabeza» dice Sennett.

Por favor, no dejemos de utilizar nuestros sentidos, nuestro cerebro. Estamos creando un mundo a imagen y semejanza del hombre no lo hagamos en detrimento del hombre.

Practicad, leed, tocad instrumentos, pintad y comed con las manos, leed en papel si podéis, y sentid, sentid y sentid. Esas habilidades serán fundamentales a la hora de conformaros como plataforma del futuro.

Hoy que también el conocimiento se ha democratizado, que tenemos acceso a «casi» todo con sólo una conexión de Internet, tenemos la gran responsabilidad de diseñar e implementar esa visión, esa proyección de nosotros mismos de la que hablábamos al principio. ¿Hay algo más importante para cada uno de vosotros, que vuestro propio futuro?

Os animo a todos a que exploréis dentro de vosotros, a que dibujéis vuestro «yo» del futuro, a que describáis el camino hasta llegar a él, a que no escondáis vuestra creatividad, vuestra imaginación y a que seáis conscientes de que con tesón, trabajo, pasión, paciencia y estudio, todo es posible, pues vosotros y sólo vosotros, sois y seréis los dueños de vuestro futuro. 

«Never doubt that a small group of thoughtful, committed citizens can change the world; indeed, it’s the only thing that ever has.» Margaret Mead Cultural Anthropologist

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